La Guía Michelin: Trascendiendo la industria llantera para convertirse en un referente culinario internacional.

Clermont-Ferrand, Francia, 1889.

André y Edouard Michelin acababan de emprender una entonces pequeña compañía llantera, tan solo unos años después de que el primer automóvil fuera desarrollado y patentado, en 1886. Aunque en aquel entonces el país contaba con menos de 3,000 vehículos en operación, los hermanos Michelin estaban convencidos del gran impacto que el invento alemán tendría en la movilidad del mundo. No obstante, debido a la temprana edad de la industria, los niveles de adopción del automóvil (y, por ende, del desgaste de sus llantas) eran sumamente bajos.

“Para incentivar a los dueños de automóviles a viajar y recorrer mayores distancias (lo que, por consecuencia, aumentaría la venta de neumáticos) los hermanos Michelin diseñaron una pequeña guía roja llena de información útil para viajeros, donde se incluían mapas, zonas de descanso, la ubicación de estaciones para cargar combustible y recomendaciones para cambiar una llanta, entre otros.” (La Historia de la Guía Michelin).

Así, durante las siguientes dos décadas, la Guía Michelin se convirtió en el aliado preferido de la creciente industria automotriz para realizar viajes efectivos. Poco a poco, la compañía comenzó a robustecerla con información de hoteles y restaurantes en París, a la par de incluir espacios para que otras empresas pudieran anunciarse.

Reconociendo la influencia que la Guía estaba teniendo en el mundo culinario, en 1926 comenzaron a otorgar una estrella a los mejores restaurantes que visitaban. Diez años después, habían generado todo un sistema de calificaciones, que los convertiría en la máxima autoridad culinaria.

El sistema funciona de la siguiente manera:

1. Una estrella 🌟 quiere decir que el restaurante es muy bueno en su categoría.
2. Dos estrellas 🌟🌟 indican que el restaurante es excelente y que vale la pena desviarse para visitarlo.
3. Con tres estrellas 🌟🌟🌟, el restaurante se gana el título de excepcional. Amerita viajar específicamente para visitarlo.

Al día de hoy, la Guía Michelin es responsable de otorgar el máximo galardón culinario internacional, evaluando restaurantes en 23 países diferentes, con 14 ediciones vendidas en 90 países alrededor del mundo. Aquellos hermanos esperanzados en aquella pequeña ciudad de Francia hace siglo y medio jamás imaginaron que su empuje comenzaría lo que hoy es un fenómeno a escala mundial, que además se ha convertido en un estándar para una industria a la que inicialmente no aspiraban. Así, el caso de la Guía Michelin es el ejemplo perfecto de cómo una compañía puede sobrepasar los límites de su propia industria, expandiendo su oferta para llegar a nuevos mercados.

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En el mundo de la innovación, acciones como las que generaron el nacimiento y éxito de la Guía Michelin, se catalogan como “transformacionales” según la Matriz de Ambición en la Innovación (Fig. 1).Esto quiere decir que la empresa en cuestión “se centra en la creación de nuevas ofertas para nuevos mercados”.

Siendo esta estrategia una apuesta hacia la disrupción, quien la adopte deberá adquirir nuevas capacidades, talento y recursos para poder llevarla a cabo. Asimismo, es considerado entre los procesos más difíciles a incursionar para las grandes compañías, ya que tienen que destinar presupuestos a algo que aún no se sabe si va a traer retorno sobre la inversión.

¿Cómo podemos saber si es el tiempo de desarrollar una nueva oferta en un mercado completamente nuevo?

Distintos autores mencionan que lo principal es tomar en cuenta si el tiempo es el adecuado para ello; comenzar con observar cambios en los hábitos de consumo de las personas para quienes queremos ofrecer esta nueva propuesta de valor es algo fundamental es fundamental y por otro lado, identificar posibles competidores directos o indirectos en el contexto en el cual pretendemos incursionar también es necesario.

“Innova antes de que lo necesites — la urgencia de la innovación y la habilidad para innovar están inversamente relacionadas.” — Scott. D. Anthony, Socio Gerente en Innosight.

Aunque la decisión de innovar en un nuevo horizonte debe de tomar en cuenta distintos factores intrínsecos y extrínsecos, te compartimos 5 cosas que se deben de tomar en cuenta:

1. Define tu tesis de la innovación (desarrollar concepto)
2. Analiza tu entorno (desarrollar 5 fuerzas)
3. Balancea tu portafolio (desarrollar concepto)
4. Define el método (desarrollar concepto)
5. Desarrolla el plan de implementación

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