Cómo diversificar tu modelo de negocio

La diversificación en un modelo de negocio implica ampliar las fuentes de ingresos de una empresa a través de nuevos productos, servicios o mercados. Este proceso es esencial para reducir la dependencia de una sola oferta o segmento de mercado, lo cual contribuye a la estabilidad y crecimiento sostenido de la empresa.

Los tres horizontes de diversificación

Existen tres enfoques clave para diversificar un modelo de negocio, conocidos como los tres horizontes de crecimiento. Cada horizonte permite a la empresa expandirse de diferentes maneras y está orientado a objetivos específicos de crecimiento y sostenibilidad.‍‍

• Horizonte Central: En este horizonte, la empresa se enfoca en sus productos y servicios principales, aquellos que generan la mayor parte de sus ingresos. Se trata de diversificar dentro del mismo segmento o categoría de producto para satisfacer la demanda actual del mercado. Aquí, la organización busca mejorar o ampliar la oferta ya existente sin alejarse de su mercado principal.‍
• Horizonte Adyacente: Este enfoque se centra en aprovechar las capacidades y conocimientos actuales de la empresa para expandirse a productos o mercados cercanos. A diferencia del horizonte central, la empresa busca llegar a nuevos segmentos o mercados que estén relacionados con su oferta principal, sin necesidad de entrar en áreas completamente nuevas. Esto permite capitalizar en su experiencia y recursos, lo cual reduce el riesgo en comparación con la exploración de un mercado completamente distinto.‍
• Horizonte Transformacional: El horizonte transformacional es el más disruptivo de los tres, ya que implica ingresar a mercados completamente nuevos o desarrollar productos que no están directamente relacionados con la oferta actual. En este caso, la empresa asume mayores riesgos, pero también tiene el potencial de obtener grandes beneficios al ser pionera en una nueva categoría de producto o servicio.

¿Qué pasa si lo aplicamos a una cevecería?

Para ilustrar mejor estos horizontes, podemos usar el ejemplo de una cervecería que decide diversificar su negocio:

• En el horizonte central, esta cervecería podría lanzar nuevos estilos de cerveza para satisfacer los gustos cambiantes de su mercado actual. Al ampliar su gama de productos, logra mantener a sus clientes actuales interesados y ampliar sus opciones sin salir del sector de la cerveza.
• En el horizonte adyacente, podría lanzar productos relacionados, como radlers (una mezcla de cerveza con jugo) o bebidas seltzers, destinadas a personas que buscan algo diferente pero dentro de la categoría de bebidas alcohólicas. Así, la cervecería atrae a nuevos clientes sin desviarse demasiado de sus competencias.
• Finalmente, en el horizonte transformacional, la cervecería podría diversificar completamente su portafolio ingresando al mercado del whisky o incluso organizando festivales de música. Este cambio les permite explorar un nuevo segmento de consumidores y construir un flujo de ingresos independiente de la venta de cerveza.

Balance en la inversión para diversificar

Para que la diversificación sea sostenible, es fundamental mantener un equilibrio adecuado entre estos tres horizontes. La teoría sugiere que las empresas deben distribuir sus esfuerzos de la siguiente manera: 60% en el horizonte central, 30% en el adyacente y 10% en el transformacional. Al aplicar esta estrategia, las empresas logran sostener su base de ingresos principal mientras destinan recursos suficientes para explorar nuevas oportunidades y áreas de crecimiento. Un portafolio balanceado ayuda a la empresa a reducir riesgos y a prepararse para enfrentar desafíos futuros, asegurando un flujo de ingresos constante y sostenible a largo plazo.

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